Voy a contaros la cara B del viaje.
Como hemos dicho la gente es supermaja, esta todo el dia sonriendo y tiene una vision radicalmente optimista de la vida.
Pero en un pais de 70 millones de sonrientes habitantes tambien hay cuatro jetas que intentan redondearse la nomina enganando a los turistas. Y asi como a los primeros te tienes que acercar tu, los moscones revolotean alrededor tuyo si no estas despierto.
Ayer intentaron hacernos el timo del empleado de la empresa aerea que se te acerca en el autobus del aeropuerto y te alerta de que tengas cuidado con los taxistas por que intentan hacer la carrera mas larga posible para cobrarte una carrera mayor.
Supermajo, nos consiguio un taxi barato para ir a nuestro hotel por 25.000 dongs, un precio muy razonable, a cambio de que le llevaramos pues vivia muy cerca del hotel.
Al llegar al hotel el recepcionista estaba en la puerta diciendonos que no habia plazas, pero que en un hotel de al lado que era de la misma cadena si las habia y encima era mas barata y mejor.
Vimos que la historia chirriaba, entramos dentro del hotel pese a que nos animaba, tanto el recepcionista como nuestro amigo de la compania aerea, a no bajarnos del taxi y como era de esperar habia habitaciones libres y los timadores no tenian nada que ver con el hotel.
Pero en general, quitando que a cada esquina los vietnamitas que nos quieren vender cortaunas, postales, gafas, sombreros; a los taxistas, mototaxista y ciclotaxistas que se te ofrecen en cada manzana; y a los malos malotes que te quieren vender maria, o te ofrecen massages, ..., el estres queda superado por la gente simpatica que te encuentras y por el panorama que te ofrece este pais cada vez que doblas una esquina, intentas cruzar una calle, o entras en un parque.
Ahora entendemos por que a Ha Noi la llaman el Paris de Oriente.
Podeis ver las fotos de Ha Noi en http://www.flickr.com/photos/melomelo/sets/218164/
Tambien hemos descubierto que las carreras en taxi son mas cortas si el taxista es budista, con el resto redescubres esta bonita ciudad desde todos sus angulos. Son taxis facilmente reconocibles, por que donde nosotros llevamos el San Cristobal o el Papa no corras llevan una imagen de Buda.
Esta noche recorreremos en tren el trayecto que nos separa de la aldea de Sapa, las montanas del norte, en la frontera china, donde viven 54 grupos étnicos diferentes.
A ver que tal dormimos.
La aventura continua.
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